¿Por qué y para qué? La expresión escrita en el aprendizaje de una lengua juega dos
papeles fundamentales junto con la audiocomprensión, la lectocomprensión
y la expresión oral. El primero es el de ser objetivo de la enseñanza.
Es importante para los alumnos desarrollar la habilidad de la expresión
escrita para expresarse en inglés a través de cartas, mensajes,
relatos, etc. El segundo papel, sin embargo, es el de ser un medio para
el aprendizaje. La expresión escrita puede proporcionar diversos
modos de practicar la lengua y ayudar a los alumnos a que recuerden palabras,
frases, aspectos gramaticales etc., que están aprendiendo. Haciendo
tareas de expresión escrita, los alumnos se verán implicados
estrechamente con la lengua y, al hacerlo, desarrollarán el dominio
general de la misma. La expresión escrita, pues, pasa a ser un elemento
muy importante en el curso.
Ideas prácticas
Conviene alentar a los alumnos a que lleven un registro de lo que aprenden.
La sección “Language Record” será de mucha utilidad al respecto.
También pueden tener "libretas de lengua”, donde anotarán
vocabulario, frases, puntos gramaticales, etc. Podrán ojearlas en
el colectivo, en casa, en la cama, etc.
Antes de una actividad oral extensa, como por ejemplo un juego de roles
(ver ROLE PLAY), hay que alentarlos a que planifiquen
por escrito lo que van a decir.
Cuando los alumnos realizan un trabajo escrito que representa un fin para
su aprendizaje, se los debe alentar a que sigan los diferentes pasos para
la recolección ideas, el borrador, la obtención de “feedback”
de algún lector, la revisión y la producción.
Siempre que sea posible se les dará tareas de la vida real que tengan
un receptor real. Esto se podría lograr escribiendo una carta pidiendo
información, a través del PARCEL OF
ENGLISH, mediante amigos por correspondencia, etc. Escribir a otros
alumnos también sirve a este objetivo (ver INTERACTIVE
WRITING).
Al corregir los trabajos escritos el profesor no debe ser sumamente estricto
con los errores. ¡Una página llena de tinta roja puede desmoralizarlos!
Hay formas alternativas de enfocar la corrección; por ejemplo pedir
a los alumnos que subrayen las cosas de las que no estén seguros
o sobre las que quisieran recibir ayuda. Entonces pueden corregirse únicamente
las cosas que ellos han señalado. Es conveniente poner un límite
y no corregir más de 6 a 8 puntos. En lugar de centrarse en la forma
de lo que han escrito, se debe responder al mensaje. También se
les puede dar “feedback” por escrito a las ideas que han expresado.
En vez de corregir, se les puede dar pistas o claves y alentarlos a que
corrijan sus trabajos ellos mismos. Incluso se puede emplear una clave
de corrección (por ejemplo SP = “spelling”, WW = “wrong word”, etc.)