Discipline

¿Por qué y para qué?
Una de las dificultades que con frecuencia encuentran los profesores es la de mantener la disciplina. Hay dos aspectos principales a tener en cuenta. El primero consiste en plantearse "¿Qué tipo de disciplina quiero?". La clave está en tener una actitud resuelta que no genere una atmósfera tensa en el aula, donde ciertos alumnos molesten a los demás. Esto puede significar que algunos de los que consideramos problemas típicos de disciplina en realidad no lo sean. Si la atmósfera creada es favorable para el aprendizaje, no valdrá la pena prestar demasiada atención a ciertos problemas de mala conducta que puedan surgir. De hecho, si los alumnos fueran obedientes al 100 %, ¡el profesor sí tendría motivo suficiente para preocuparse!. Sin embargo, la disciplina puede resultar ser, a veces, un serio problema. La pregunta importante que debemos hacernos es "¿Por qué se están comportando así?". La causa de los problemas de disciplina puede radicar en las dificultades que tengan los alumnos en sus casas, en el colegio o con los amigos. Probablemente, dichos problemas escapen al control del profesor. No obstante, algunas de las causas de los problemas de disciplina pueden encontrarse en el aula y el profesor quizás pueda resolverlos.

Ideas prácticas

Si un problema vuelve a aparecer, vale la pena intentar discutirlo con los alumnos. Hay que enfocar el tema como un problema que es tanto de ellos como del profesor ("Tenemos un problema. Nuestra clase, grupo de trabajo, etc. no funciona ¿verdad? ¿Qué podemos hacer?"). Esta manera de plantear la situación les dará un sentido de responsabilidad; para lo cual el profesor tendrá que escuchar sus puntos de vista y estar dispuesto a introducir los cambios necesarios.
Si se trabaja con clases muy numerosas, los problemas de disciplina pueden provenir de aquellos alumnos que se sienten marginados o que no entienden lo que está pasando. Las técnicas de trabajo en grupo (ver GROUPWORK) sirven para integrar a los alumnos a lo que se está haciendo en clase.
Los problemas de disciplina pueden surgir durante las actividades de audiocomprensión. Puede ser que algunos alumnos no escuchen bien. Incluso pueden estar "perdidos" desde antes de empezar la clase. Si hay ruido de fondo en el aula, se puede solucionar esta situación pidiéndoles que lean el texto mientras escuchan.
Si los alumnos se muestran inquietos o cansados, se puede hacer un ejercicio físico que les ayudará a aliviar la tensión (ver PHYSICAL ACTIVITY).
El ritmo y el manejo del tiempo de clase en el aprendizaje (ver PACE y TIMING) pueden resultar demasiado rápidos para algunos alumnos, que en consecuencia corren el riesgo de perderse y creer que jamás podrán alcanzar a los demás, y por eso empiezan a portarse mal. Estos alumnos pueden preferir trabajar en forma individual.
Es importante que el trabajo de los alumnos de más bajo rendimiento reciba la misma respuesta ("feedback").
También conviene hacer lo posible por lograr un mayor grado de participación por parte de los alumnos (ver STUDENT INVOLVEMENT), especialmente por parte de los que molestan.
Para situar a los alumnos cuando llegan a clase, se puede usar música (ver MUSIC) o un diario de clase. El diario es un libro que pertenece a los alumnos, y que el profesor no deberá corregir o revisar a no ser que se lo pidan. En él pueden escribir lo que quieran: sus sentimientos, lo que han hecho ese día, lo que han aprendido, etc. Al principio lo harán en su propia lengua materna pero se los puede alentar a que escriban en inglés a medida que el curso avanza.

Mientras trabajan en grupos o en parejas:

Es conveniente prestar mayor atención a los alumnos más problemáticos.
Se puede hacer que estos alumnos trabajen en algo que sepan hacer y que les hará sentirse satisfechos. También se les puede asignar alguna responsabilidad de carácter individual por un tiempo determinado. Por ejemplo, ser el encargado de la EXERCISE BOX (opcional Nivel 1), recoger los ejercicios (ver HOMEWORK) o ayudar en la exhibición de los trabajos realizados (ver DISPLAYING STUDENTS' WORK).
Hay que procurar no darles ejercicios extra de inglés como castigo; se corre el riesgo de que piensen que el inglés es aburrido o difícil, ¡o ambas cosas a la vez!.